Luchas internas para saciar sus egos.

y cuenta el de la triste figura, allá en Tuiy, su ciudad:

Arraiando o esperpento, Tuiy e seu espectáculo histórico.

La soberbia, pecado inadmisible del que gobierna.

“Aquí tenemos el loco orgullo de no saber nada, de quererlo adivinar todo y no reconocer a los maestros, las naciones que han tenido, ya que no el saber, deseos de el.” 

“Vuelva Usted Mañana, de Jose de Larra.”

Luchas internas para saciar sus egos. Sacando la cabeza en cada acto simbólico que aparezca. Incresciendo, el humor y los limites en la libertad de expresión.

El momento de lo políticamente correcto. Do Tuiy meu pueblo.

Inteligencia para la parodia,

el humor imposible de quien gobierna la sátira como dogma.

Sobre las incandescente brasas del pensamiento, quemando lo volátil del sentimiento.

Se amoldan a las quejas del presente, admiran lo ausente.

Un todo y un nada, pasa por la exageración más macabra.

La nada no existe y el todo es una falacia.

-que el deseo de lo nuestro, no os haga sufrir.

O medievo a disputa no presente, festas paganas das mais diversas ganas.

-Nombremos caballero de la orden de los de la triste figura, a todos esos que en mesura pierden el tiempo es las mas absurdas disputas. El ego por aparecer ellos primero. Gobiernos de fiestas y festejos.

El “Pacto de Tuiy” fue un acto que hacia de notario el diablo. Firmaron el reparto de tierras y personas, creando fronteras, que solo sirve para separar maneras.

Experimentan el placer de los sueños. Un mar inmenso donde se encuentran todo tipo de especies de pensamiento. Un despilfarro de emociones que nos llevara hasta la esencia del universo.

La frágil luz donde se deposita la esperanza, es amenazada por una corriente de pensamiento que vende toda confianza.

Solo en la unidad, seremos quien de alcanzar la gracia.

El espíritu tira llevándonos al mundo de nuestros deseos, llevándonos a ese mundo donde nada es satisfecho.

El entorno de nuestros sueños, el paraíso de nuestro tiempo.

Un saludo, y que las luchas internas de nuestros egos, no dejen sin gobierno la ciudad.

Y seamos capaces de razonar.