y cuenta el de la triste figura, allá en Tuiy, su ciudad:
“la legión de almas tibias que están fuera del infierno
dando vueltas sin parar al mismo,y sin llegar al purgatorio o al cielo.”
Los tibios están fuera del paraíso del pensamiento. Se
quedan en la nada. Y en nada quedan sus sueños.
Y aunque las sagradas escrituras vomiten en la boca de
ellos, seamos mas conscientes y no los condenemos. Y aunque no estén con migo, no tienen porque estar en contra.
No condenemos a los tibios, pues pueden ser buenos amigos.
Los Tibios, esos que no se encuentran en ningún lado. son
almas que se mueven en la nada, que ha que las convenzas, pueden apoyar
cualquier causa.
Por eso Dante los describe en la antesala del infierno,
vagando sin remedio, Sin alcanzar
purgatorio ni cielo.
Por ello no condenemos a los tibios, intentemos
convencerlos para que se unan a la causa en la que creemos.
Mi alma tiene calma, para reírse con tiempo de la vida. Y
sacarle en cada esquina la sencillez del que camina.
Un suma y sigue es la vida, un pensamiento tras otro que
nos defina.
Una historia que la humanidad pone en nuestra retina.
El poder en manos de los tibios. En el limbo del
pensamiento continuo.
Ellos son los que corrigen los extremos. Fanáticos de
unos y de otros pensamientos.
Los de siempre y los que se acoplan después, y todo
depende de la percepción que se tenga sel ser.
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