jueves, 13 de julio de 2017

Tuiy, la ciudad sumergida.


y cuenta el de la triste figura, allá en Tuiy, su ciudad:

En una pecera, Tuiy, la ciudad sumergida.
Es un placer divino, ver las distintas especies de pececillos en el acuario en que viven.

En una urna de cristal estaba sumergida la ciudad en sus deliberaciones políticas.
Los cuatro grupos del gobierno, (peces gordos en estos momentos). No alcanzan la mayoría para mantener sus puestos. Los mas variopintos opositores, peces de múltiples colores, se unen para tomar posiciones, y todos a una, ponen al Alcalde en funciones.
Se dice, se habla, que coronaran elevándolo hasta la condición de Dios, a el de los liberales pensamientos. Teniendo por condición un “espíritu abierto”, capaz de pactar con el sumo poder del infierno, (cañerías de las distintas formaciones políticas).

Ya desterrados tres de sus “ángeles” al limbo de lo puesto, se disponen todos juntos a conquistar los cielos del gobierno.
Hablan de un gobierno alternativo, y lo unico que se escucha son disculpas por intentarlo, auto-convencimiento de que no son tan malos.
Todo pensado y preparado, bazas de un sentido pervertido, transparencia do contido.

El cabeza visible de un gobierno posible, mociones con la ilusión de poner su nombre.
-ahora o nunca, gritan los valerosos corsarios, unifican el partido para dar la alcaldía al “amigo”.
- Ahora o nunca, gritan de continuo. Para tomar en publica algarabía el poder de la ciudadanía. Tuiy como garantía.
Lo importante no es estar en la oposición o en el gobierno,
“lo importante es todo lo que podemos hacer juntos”.

Moribundos pensamientos, aguas contaminadas por la gloria de un momento.
Y una vez alcanzado el bastón de mando, ¿qué?.

¿serán capaces de encaminar a la sociedad por el sendero de la satisfacción personal?
¿Serán capaces de organizar la casa común para que erradicar la miseria que aflora por demasiadas caras?
Defensa de unos valores en la limitación de las ideas para alcanzar pactos sociales.
Recordando obviedades.

Reflexionemos a largo plazo, donde vemos la sociedad de aquí a unos años?
Tuiy, la ciudad sumergida. de auto confianza, busquemos voluntarios para alcanzar los recursos necesarios. Genios e ingenios de todo pensamiento.

Un drama, la supervivencia del individuo en medio de la manada.
Matemáticas puras, que en complicados algoritmos rescatan la miseria en cualquiera de las formas que se presentan.


¿cal é a primeira medida que tomaran para combatir a miseria?

Y en los sueños de cualquier aprendiz de politólogo, el bastón de mando sin arraigo en la sociabilidad del homo.
La política es un encaje de bolillos, pincho aquí y paso el hilo, formando un tapiz cargado de sueños oníricos.
El juego de poltronas en los liberales sueños, los mas altos prestidigitadores de Tuiy mi pueblo.
Y en salvaguarda del misero pensamiento, entra en escena el macabro razonamiento.
Bajen los impuestos a los depredadores mas grandes que ahí bajo la cúpula de los cielos. Fuera todas las normas legales, instinto animal de todo liberal.

Y ahora viene la maldición, o dicho de otra manera, la moción.
Todos aquellos demonios que se fueron, no volverán al ruedo, pues la capacidad de arrastrar votos se quedo en el infierno de sus miedos.
Aquel que alcanza el bastón de mando, no sera quien de aguantar su propio reflejo escrito en cualquier panfleto, como narciso en sus idolatrías sumergido.
Y los caídos, rasgándose sus vestiduras, hablando glorias y virtudes de sus hechos, buscaran la paja en el ojo de lo ajeno. Y si el acuerdo no es unánime, perderán todo crédito en las barbaridades que de los otros hablen.
Brujos y embrujos de compromisos y diálogos.

Tu la llevas, toda la responsabilidad que quieras.
Un corta mirada política, victimas de un sistema materialista, donde la producción la fían al egoísta.

La política local y sus especies, pececillos de colores con camaleonicos matices.

Pum pum,
-¿quien es?
-soy nemo encerrado en mi urna de cristal.
Los peces deliberando la ración, de quienes los tienen en prisión.

Busquen, investiguen, que habrá pececitos que satisfagan sus apetitos.


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