y cuenta el de la triste figura, allá en Tuiy, su ciudad:
La bandera,
símbolo de una era.
Es duro
sobrevivir en el mundo sin cultura, sin una afición que nos entretenga en cada
duda.
Los
laureles para el escudo,pleno acuerdo de la bandera de Tuiy mi pueblo.
Solo el
pasado nos permite entender el presente de los pueblos,
y este nos
deja asumir un futuro mas halagüeño.
Revolucionemos
las artes, aventuré-monos en describir los mundos venideros.
No
cometamos los mismos errores, con las banderas y sus colores.
Un
espejo que deforman opiniones.
Los
símbolos en las imperiales decisiones.
¿quien
nos lleva a sentir la pertenencia a un grupo?,
A una
nación, a un mundo...
el estar
cómodo en su culto y satisfecho con su culo.
La
teoría de la conservación, la perversión en la evolución.
La
invisibilidad del enemigo, Una sugerencia de lo pervertido,
Luciendo
sin rubor, todo aquello que consideramos idílico.
El que
decide lo que significan los símbolos no es la organización,
sino el
grupo que hay fuera del megáfono, en el mercado caótico de cualquier nación.
Argumentos
racionales, beneficios tangibles de los animales.
Y tratan
en comisión la bandera.
Tuiy y
las circunstancias que la llevan.
Pases de
cultura jacobea, peticiones de restitución del camino. Tuiy y su destino.
¡Por ti
mi bandera!.
Grito la
ciudad entera.
Por tus
colores suaves del cielo,
Blancas
nubes que cubres sus sueños.
Unha
imaxen oficial, na comisión de estudio.
Un
símbolo púdico.
Con la
luna a media asta, tres lagrimas cuelgan del alma.
Escudos
que nos hablan.
Y se
durmió en los laureles,
Cuando el rey se la concedió por ser fieles.
Siervos
comunes de cualquier gobierno.
Es un
juego de suma distinto a cero.
Todos
ganan en el sueño.
Todos
aquellos que tengan un buen recuerdo.
Punto
cinco, por el culo te la inco. La
bandera y el escudo en el mismo sitio.
Que la
diferencia no sea un obstáculo para la ciencia.
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