Somos como gotas de agua
evaporada de los océanos,
Que llevada por los
vientos,
Se precipita desde los
cielos,
Sobre las frías montañas
del tiempo.
Somos como agua de
pequeños riachuelos,
Que saltan y corren entre
piedras y senderos.
Como de niños nuestros
sueños,
cayendo en cascadas sin
detenerse ante los miedos.
con los años, y uniéndose
a otras corrientes de pensamiento,
bajamos formando el manso
río del conocimiento.
Desembocando en algo
indefinido del universo.
Para acabar de nuevo en
el océano,
Y con el tiempo, que es
eterno,
Se volverán a evaporar
las gotas,
para comenzar un
recorrido nuevo.
Lo que deparara el
destino,
No es ni por asombro lo
vivido,
Son tiempos compuestos
por lo ocurrido.
“tenemos un exceso de
pensamiento mágico pendejo”.
De verdad creemos que
todo tiene que ser como lo vemos?
¿querer no es poder? Es
solo una opción del placer.
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