martes, 3 de junio de 2014

o cementerio

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y cuenta el de la triste figura, alla en Tuiy, su ciudad:



¿Quién piensa?.
¿Cuantos nos paramos en pensamientos extraños?.

¿Quién come?.
¿Cuántos mascamos el sabor de lo raro?.

¿en que nos parecemos?.
con las historias de los cuentos.

¿Cuál es la base de la realidad, que nos creemos?

Cada uno en su entierro,
Vela el humo de sus huesos
que a la sombra del ciprés.
Apacigua sus miedos.

Fuego de San Telmo,
Cruz del mástil,
Del frágil velero.

O Cementerio,
sacro Santo Elemento,
Mausoleo eterno da morte,
Campo Santo da sorte,

Arte rupestre do Santo difunto.
Inocencia da mente,
Vida eterna do presente.

Badaladas de difuntos,
Féretros valeiros de sentimentos.
Lagrimas dos mortos,
Almas dos vivos,
Soños de Deuses perdidos.

Tres portas me pintaron,
Os predicadores deste Templo,
E nas tres estuven dentro,

No primer paso do inferno,
vin a o Ceo que estaba dentro.
tras de min deixaba o purgatorio.
vida esta que eu teño.

Medos a unha realidade,
Nas portas da eternidade,
Solo e en silencio,
Eternos seran os pensamentos,
Que macabro cementerio,

Sacro Santo, Sacramento,
Palabras que teñen que sair de dentro,
Arte do pensamento.

Morte do que permanece en silencio,
Antes de chegar o momento.

Silencio del muerto,
muerto el recuerdo.

¿Cuál es la honra que alberga esta tierra?
¿Cuál la memoria que dejaron en ella?
¿Cuál es la causa de tanta flaqueza?.
¿que imagen retracta de ella?

¿alguien piensa mas allá de las historias que nos cuentan?.

Cual es la historia,
Que marca la gloria,
Del que ha de venir.

Cual el pasado del individuo sinfín.
Como hormigas en la tierra,
La vida puede ser así.

Donde esta el atrevimiento,
La vergüenza de lo ajeno,
El sabor del frenesí.

Donde esta el dilema,
Que abarca cualquier tema.
Donde esta la condición,
Que active el sistema.

Una maquinaria demasiado pesada,
Que se fue adaptando a la información que capta.
Reorganizando la sociedad que avanza.
Donde el recuerdo del pasado,
Pesa para lo bueno y lo malo.

Apartemos la paja del grano,
Conservemos el árbol,
Que alimente al ganado.

Y en la mente de lo acordado,
Adaptémonos al cambio,
Que es el mejor de los fracasos.
 

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